jueves, 30 de mayo de 2013

Para mi madre (aunque nunca lo llegue a leer)

(Esto lo escribí anoche, antes de irme a dormir. No sabía si lo pasaría al blog, o lo dejaría en el papel. Y aun ahora, cuando estoy escribiéndolo aquí, sigo dudando si publicarlo o no... es lo que tiene pensar tanto las cosas)

Es tarde. Debería estar ya durmiendo, porque hay una probabilidad muy alta de que mañana Javi se despierte a las 6. Y si eso pasa, luego me pegaré todo el día lamentándome por no haberme acostado pronto.

Me he quedado leyendo "Tu mentira más dulce". Un libro "de chicas", de lectura fácil. Pero da mucho que pensar. Me han dado unas ganas locas de escribir. No se si llegará a estar en el blog o se quedará aquí, en mi libreta de las "cosas importantes".

Pienso en todo lo que una madre está dispuesta a hacer por un hijo. Porque al final, el libro habla de eso. Del mundo paralelo que una madre crea para proteger a su hija. Un mundo muy bonito de fantasía.

Tal vez si no fuera madre no me removería tantas cosas por dentro. Pero eso es algo que nunca sabré. Ahora me doy cuenta de cuántas cosas ha hecho mi madre por mí. Y sigue haciéndolas. Discutimos mucho, discusiones sin importancia. El cabreo no nos dura ni 5 minutos. Pero son discusiones al fin y al cabo. Llevo fatal que me traten como a una cría. Y ella lleva fatal verme crecer, ver que no puede protegerme como cuando era pequeña. Y se que esto mismo va a pasarme con Javi.

Me aterra pensar que llegará el día en el que ya no pueda discutir con ella porque ya no esté aquí. No podré llamarla por teléfono para pegarnos horas y horas hablando, y cuando Dany me pregunte "qué te cuenta?", decirle que nada. Dos horas hablando de nada.

Falta mucho para eso (gracias a los dioses). De salud está bien. No tiene porqué pasar nada. Pero este libro me ha hecho pensar en eso. En lo que la echaré de menos el día que no esté.

La paciencia que tiene conmigo. Con mi independencia desde pequeñita: quería hacerlo todo yo sola, sin ayuda. Con mi humor de perros, mis caprichos, mis tatuajes y piercings... Cuando la excluyo con un "Ya no soy una cría. Puedo hacerlo sola". Llegará el día que pensaré "por qué no está aquí para ayudarme? no quiero hacerlo sola".

Sólo quiere lo mejor para mí. y se alegra cuando todo va bien. Y cuando no va tan bien, me ayuda. O sólo me escucha e intenta animarme. Porque es mi madre. Siempre ha respetado mis decisiones con una sonrisa, aunque por dentro le llevaran los demonios y quisiera cruzarme la cara. Y cuando me he equivocado, ha sido la primera en ayudarme a rectificar, sin un "te lo dije".

Cuando tengo dudas sobre si lo estoy  haciendo bien, me anima. Me dice que soy la mejor, que está orgullosa de mí. Si no pregunto, ella calla. Si me ve segura, saca punta a todo lo que hago, pero en cuanto titubeo un poco en seguida puedo ver su mano dispuesta a ayudarme.

Pero es que ella es así. Y yo también soy un poco así, aunque no quiera reconocerlo. Dejo a Javi que vaya aprendiendo sólo, a su ritmo, pero siempre a su lado. Porque creo que es la manera de aprender. La gente se sorprende al verle dibujar soles con menos de dos años  (y qué soles!!). Con la destreza manual que tiene el pajaro. Con cómo come solico. Pero siempre estoy a su lado, para cuando un rayo de sol no le sale, cogerle la manita y ayudarle a hacerlo bien. Y esto tiene su mérito! porque es zurdo, y guiar la mano a un zurdo siendo diestro es difícil de cojones! XD

Sólo espero ser tan buena madre con Javi como lo está siendo la mía conmigo.