martes, 28 de mayo de 2013

Mi padre.

He tenido unos días intensos con mi padre. Lo quiero mucho y tal, pero a veces lo escocotaría*... que cruz de hombre, por dios...

Todo empezó el sábado. Nos fuimos al pueblo a cenar con mis padres, mi hermano y su churri, Dany, el peque y yo. Y como siempre, yo le llevé a mi madre algo para que me cosiera. Esta vez fue un bolso hippilongo de tela, con flores verdes y rosas, muy mono él, que me costó 3 €, pero que la cremallera estaba rota. Después de dos años con la cremallera rota, pensando si merecía la pena cambiarla o no (me iba a costar más la cremallera que el bolso!), me decidí a llevárselo a mi madre. Y claro, mi padre en un intento por agradar a su hija pequeña, quiso meter baza en el asunto. Todas las cremalleras le parecían poco. Me han cosido una cremallera de sofá... y el carro de la cremallera es de los que tienen un seguro para que no se abra. Si, sí, como los de los vaqueros. Que digo yo, qué mas dará, si el bolso es de tela, que de un desgarrón se desarma entero?? Pero la cremallera quedará intacta, eso sí.

El sábado iba yo con mi falda nueva india, de doble capa, con colores crema, verdes y morados (que contado así es como raro, pero puesta es monísima de la muerte ^_^). Yo me veía más guapa que ni se... hasta que llegué a casa de mis padres... y mi amantísimo padre me dijo que dónde iba, que parecía una pordiosera.

Terminó la noche sin más incidentes destacables. Cuando llegó la hora de irnos, mi padre se puso serio porque se creía que me iba a quedar a dormir con Javi, porque como al día siguiente iba a volver a comer con ellos, que le parecía una tontería que estuviera yendo y viniendo. Nota: de la puerta de mi casa a la puerta de casa de mis padres hay 15 tristes minutos en coche. Y en mi casa y en mi cama duermo muuuuy bien. No tengo necesidad de quedarme a que me traten como si tuviera 12 años, coñoya.

Bueno, pues me fui a casa. Y el domingo volví. Intenté ir pronto. Llegaría sobre las 10:30. Entré sin hacer ruido para darles una sorpresa (que se convirtió en susto... Javi se agarró al pantalón de mi padre y a mi padre casi le dan los siete males...). Pues eso, que entré sin hacer ruido y ya oí a mi padre quejándose y preguntando que cuándo íbamos a llegar. Jodeeeer, que son las 10:30... que estres...

La mañana pasó con calma (bueno, la "calma" que hay siempre en esa casa...).  Y sobre las 12, les dije que me iba al pueblo de al lado a ver a mis tías. Y mi padre se apuntó. Qué viajecico me dio... menos mal que sólo son 5 minutos escasos. Que si la puerta chirría, luego te pongo aceite. Que si mira que sucio está esto. Que si llevas un bollo que luego te arreglo... que sí, que todo lo dice y hace con buena intención, pero me agobio.

En Nuez la cosa no fue mejor. En casa de una de mis tías (su hermana), todavía no habíamos entrado y ya estaba diciendo que nos teníamos que ir. Conseguí estar 5 minutos de reloj. Y nos fuimos a la casa de mi otra tía. De ahí casi me lo tengo que llevar de los pelos... Luego mi madre me explicó por qué: En casa de mi primera tía no se puede fumar, y en la otra sí. Y además nos sacó gambicas rebozadas, y croquetas ^_^

Después de comer nos pusimos a ver el vídeo del espectáculo del otro día. Y qué diréis que me dijo??!! "Ahora sólo te falta perder un poquico, y ya está" Os juro por lo mas sagrado que me lo hubiera cargado lentamente. No se qué le dije, pero no fue agradable. No tiene ningún derecho a decirme si tengo o no tengo que perder. Joder, que no llega a 1.60 y pesa más de 90kg. Qué cojones hace dando consejos de perder??

Cuando por la tarde decido que es hora de marcharme, sea la que sea, siempre le parece pronto. Da lo mismo que sean las 4 que las 5 que las 10 de la noche. Es pronto. Da lo mismo que haya quedado o que me encuentre mal y quiera llegar a casa. Y siempre recurro a lo mismo: que él en casa de mi abuela no duraba tanto rato. Que me deje vivir...

Y como parece ser que había tenido poco con el fin de semana, ayer se quedó a comer en casa. Que a mí me parece muy bien, porque que se quede a comer no implica que tenga que hacer más comida ni nada. No. Él se alimentaría a base de huevos fritos, tortilla y pan. Si puede ser todo junto en bocadillo, mejor. Así que yo me preparo mi comidica, y él se prepara sus huevos fritos, con su media barra de pan y su montón de aceite. Si lo hubierais visto... los huevos nadaban en el plato. A mí me ponen eso en un restaurante y los denuncio a sanidad O_O  Pero oye, que él disfruta como un enano...

Pero lo de los huevos es lo de menos... me trajo el bolso hippilongo, el de la cremallera con superseguro. Y me dijo otra vez, que no entendía por qué llevábamos esas mierdas, que parecíamos gitanas O_O 

Y qué se puede hacer? Nada. Respirar hondo, contar hasta mil, y pasar de él. Porque si no me habría vuelto loca ya. Porque ha sido así durante toda su vida, y ahora, a sus casi 70 años, nadie lo va a cambiar. Y se que todo eso que hace lo hace porque soy su niñita, su ojito derecho y quiere protegerme tanto, que a veces se pasa. Si ayer le hubiera pedido sus huevos fritos (esos tan poco apetecibles para el resto de la humanidad), me los hubiera dado de mil amores. Por eso no lo escocoto, porque encima, lo hace con buena intención. Ais... los padres...

* Traducción maño-español:
Escocotar: darle un par de cocotazos, o golpes en la cabeza.