... y mucho. Javier lleva toda la semana más raro que el copón. Y yo, pues también. Mareada, sin ganas, con el cuerpo revuelto... vamos, una joya. Y qué será será? pues el cambio de presión, otra vez.
Qué bien, que Javi lo ha heredado de mí... espero que no herede mi elevada estatura. Y qué ha pasado? pues que hoy en concreto llevo todo el día a la gresca con él: el gruñe porque quiere algo y no se lo dejo, yo me enfado porque quiero que coma y el prefiere ver pocoyó en el móvil, yo quiero dormir la siesta y él no, él quiere dormir la siesta cogido de mi pendiente y yo no...
Así pues, como a mí me pasa con mi amantísimo padre, cada vez que haya bochorno, la presión cambie y se avecine tormenta, discutiré con mi hijo porque los dos estaremos irascibles e insoportables. Pero sólo hasta que la tormenta rompa y pase. yuju...
Lo bueno es que ya lo se, así que puedo estar preparada.
De todas formas, no os podéis imaginar las ganas que tengo de que acabe el día de hoy. A ver si mañana el tiempo se estabiliza y vuelve la armonía al hogar, que en uno de estos días, Dany nos abandona :S
