Hay días en los que parece que no te sale nada bien. Todo se tuerce. Los planes que tenías en la cabeza se desmoronan por momentos, y no puedes hacer nada. Esa sensación de frustración me pone de muy mal humor. Y si a eso le unes que Javi sigue desvelándose (y desvelándome) por la noche, pues bueno... podríamos decir que hago unos esfuerzos enormes por no morder.
Pero entonces procuro pensar en las cosas que sí me salen bien, y sin darme cuenta. Pienso en que ¡por fin! ha llegado el buen tiempo, y tengo mucho tiempo "libre" para salir a pasear por el parque, y sentarme en un banco no hacer nada.
Creo que a veces es mejor no hacer planes, así no se truncan.
Quería ir a Madrid a un curso de danza oriental. La fecha no es buena, pero podría organizarme. Pero si a eso le sumas el dinero del viaje, el del curso y que tendré que comer... pues no está el asunto como para andar gastando porquesí. Me da rabia, porque me hacía muchísima ilusión hacer ese curso con esa profesora. Pero bueno, hay más opciones: más adelante lo repetirá. A ver si hay suerte y para entonces la cosa fluye mejor. Y creo que este verano había un taller similar aquí en Zaragoza. El taller en sí era un poco más caro, pero bueno, el transporte seguro que es más barato :D
