viernes, 28 de junio de 2013

Ayer fue un día chulo

De estos días en los que, cuando terminan, tienes la sensación de que te han cundido y han merecido la pena. Moló mil.

Por la mañana quedé con Natalia, a desayunar por segunda vez (segunda vez en el día, que vaya operación bikini rara que llevo XD). Nos pusimos a hablar y hablar, y pasó la mañana volada. Con ganas de repetir.

Por la tarde después de la clase de danza (que por cierto, cómo me lo pasé ayer. Qué risas. No se como no me mandaron a tomar por el culo las compañeras. Ayer estaba chinche total) tenía intención de acercarme a una academia nueva de alemán que han abierto en la calle San Miguel, para preguntar por los cursos intensivos de este verano. Así que terminamos la clase un poco antes, y salí disparada metiendo prisa a las compis con las que comparto camino.

Cuando íbamos ya por San Miguel, veo por la acera de enfrente a una ex-compi del instituto, a la que tenía mogollón de cariño y no veía desde hace por lo menos 15 años! Cuando cerró Ítaca para cambiar de sitio y quitaron FP de ahí, nos llevaron a las dos al mismo instituto. Estábamos siempre juntas. Fue el año que conocí a Dany (bueno, conocí... pfff Fue el año que empezamos a compartir clase. Mucho caso no es que nos hiciéramos el uno al otro). Total, que cuando he visto a mi amiga le he pegado un grito por asegurarme que era ella. Qué alegrón! me he olvidado de curso, de academia, de amigas y de todo.

Hemos estado hablando un rato cortito, nos hemos puesto al día de la vida resumida. Se ha quedado flipando cuando le he dicho que me casé con Dany jejeje. Y nos hemos cambiado los móviles. Siguiente paso: intentar quedar a tomar algo y seguir poniéndonos al día!

Me he reído un huevo. Me ha dicho que cómo la he reconocido, y cuando le he dicho que estaba igual no se lo creía. Pero es que sí que está igual. Con más años, claro, pero igual. La misma cara, el mismo pelo, los mismos gestos... no podía ser otra :) Y ella a mí me ha dicho y redicho que me había hecho una mujer. Cómo me he reído, por dios.

De ahí me he subido a la academia, que estaba cerquita ya (menos mal, sino no llego), y me ha molado muchísimo. Tanto tanto, que me he liado la manta en la cabeza y el lunes voy a probar una clase, para ver si ando muy perdida en ese nivel. Y si sigo la clase más o menos bien, sigo todo el mes. Estoy encantadísima. Va a ser un mes muy duro, y muy largo. Tendría clase de alemán todas las mañanas. Pero merecerá la pena.

Y después, a ver si se me va la vergüenza de una vez y quedo con Eva a hablar en alemán, para no perder lo que refresque, que sería una lástima...

Llegué a casa agotada pero feliz. Y para rematar, hoy hemos dormido los tres toda la noche de tirón, sin lloriqueos, ni pesadillas, ni nada de nada. Qué gozada!

Y hoy...



Que tengáis buen fin de semana. :*