domingo, 8 de septiembre de 2013

Comiendo sin parar

Todo el fin de semana venga a comer... un no parar, oiga. El sábado en casa de mi suegra, que no se que les pasa a las madres/suegras que preparan comida como si no hubiera mañana... Y yo, que soy muy agradecida, como sin talento, por si acaso no hubiera mañana, que nunca se sabe. Claro, ayer a la cama sin cenar, que estaba empapuzada.

Y hoy, día de la Virgen de la Peña, fiesta grande en Alfajarín, nos hemos ido a comer a Casa Paco. Hemos comido otra vez sin talento. Además me he puesto una falda monísima de la muerte, estilo años 50, con talle alto y cinturón, ahí bien pretico todo, que no me he atrevido a bajarme un poco la cremallera por si luego no era capaz de volver a cerrarla. Qué horror... Así que hoy sin cenar a la cama, si no quiero que se me salga la comida por las orejas. Lo peor de todo es que estoy segura de que si me siento en la mesa y me ponen comida delante, me la arreo sin chistar...

Creo que en lugar de estómago tengo un agujero negro grande, muy grande. O la tenia, o algo así, porque si no no me lo explico.