jueves, 11 de septiembre de 2014

Javi se ha dormido. Ha caído seco. He aprovechado el silencio para leer.

Ahí estoy yo, tirada en el sofá, leyendo con mi Kindle más tranquila que ni se. Todo en silencio. Empieza a darme sueño... Primero lucho contra él. Después decido que es inútil. Termino el capítulo y me duermo un rato.

El capítulo es más largo que un día sin pan, pero me jode dormirme dejándolo a medias. Todo sigue en silencio.

Termino el capítulo. Pongo el despertador del móvil, porque tampoco quiero que la siesta sea muy larga. Todo sigue en silencio.

Apoyo la cabeza en la almohada, me acomodo....

... y un puñetero vecino empieza a dar golpes con un martillo. 

Abro los ojos. Me incorporo un poco. Paran los ruidos. Silencio absoluto.

Apoyo la cabeza. Cierro los ojos. toc toc toc toc

Así un par de veces. Desisto, me levanto. Me quedo sin siesta. Se me ha ido el sueño y estoy de mala leche.


 Os lo imaginais, no? Pues sí... SILENCIO ABSOLUTO!!!

Pues como suba, no se si le voy a martillear los huevos o metérselo por donde yo te diga >:(