lunes, 22 de septiembre de 2014

Bajo la lluvia

El sábado fui a comprarme unas zapatillas nuevas para correr. El sábado fue uno de esos días en los que se alinean los planetas y las cosas salen bien. Las zapatillas que me gustaban, además de discretas, estaban a mitad de precio por ser de la temporada pasada. Así que genial (aunque confieso que dudé entre las que me compré y otras de colores monísimas de la muerte jeje). Total, que tenía unas ganas locas de que llegara el lunes para salir a correr.

cuando me he despertado y he visto qué llovía me ha surgido la duda de si salir a correr o no. Contras: me mojo. Me da pereza que se me mojen las gafas. Pros: siempre me ha gustado caminar bajo la lluvia (sin gafas que se mojen). Y tengo ganas de estrenar las zapatillas. Y si empiezo mi entrenamiento parando al tercer día, pues vaya mierda.

Así que me he calzado mis mallas, mi chubasquero, mi móvil con mi lista de canciones y mis zapas nuevas, y allá que vamos


Me ha molado mucho correr bajo la lluvia. Qué sensación más gratificante! He estado sola casi todo el rato. Sólo me he cruzado con dos chicos, que al hacer contacto visual nos hemos sonreído. De los (pocos) días que he salido a correr, ha sido el primero que he "conectado" con otro corredor. Ha sido como cuando vas al monte y te juntas con gente que te saluda, y gente que ni te mira. Estos segundos suelen ser "domingueros". Pues lo mismo.

El otro día hablaba con un conocido al que gusta correr. Me dijo que en el barrio hay un grupo de gente que quedaba para salir a correr, y yo le dije que prefería correr sola. Me dijo que correr en grupo es más divertido. Para mí, correr es individual, es para estar yo sola conmigo misma, para no pensar y centrarme en lo importante: En seguir, en esforzarte un poquito más para subir esa cuesta. En apretar los dientes y tirar. Sola. Sin lastres. Sin ayudas. Conmigo. Para estar con gente tengo el resto del día. Estos 30 minutos son míos.