A Javier le encanta jugar con la plastilina. Supongo que como a todos los niños, no? Puede pegarse horas viendo vídeos en youtube de una tía de habla inglesa jugando con plastilina Play Doh, que mientras va jugando va explicando lo que hace. Hay uno en especial que le flipa. Prepara comida y sopa de letras a Cookie Monster, y luego le da de comer. Javi va diciendo las letras que van haciendo, y se lo pasa en grande
Hace unos días le regalaron un bote de plastilina del chino. Y aquello es una guarrada. Aceitosa y olía fatal. Y enseguida se ponía dura como una piedra. Así que nada, jugó un par de días, y un día cuando volvió de la guardería la plastilina había desaparecido.
Hacía días encontré una receta de plastilina casera, y hoy, por fin, me he decidido a hacerla. Es muy fácil, no mancha y no hace falta usar fuego.
1 taza de sal
1 taza y 1/2 de harina (aunque luego he tenido que ir añadiendo más hasta que ha cogido la textura correcta)
4 cucharadas de aceite de oliva
4 cucharadas de bicarbonato
1 taza de agua
colorante
Mezclas todos los ingredientes hasta que se hace una pasta que no se pegue en los dedos. Y ya. Sin más complicación. Y una vez que el colorante está integrado con el resto de ingredientes, no mancha nada.
Dicen que se guarda hasta tres semanas en la nevera, en un bote hermético. Eso ya os lo contaré dentro de tres semanas XD
Javi se ha puesto muy contento, y se ha puesto a jugar a las comiditas con su nueva plastilina. Y aquí está la muestra
