sábado, 9 de septiembre de 2017

El otro día hablaba de que me faltaban cojones para dar el paso que lo cambiara todo. No lo tenía nada claro. A veces es necesario un empujón. Bueno, siendo claros y sinceros, lo mío no fue un empujón. Fué una patada en el culo con todas las letras.

El 23 de agosto me despidieron de muy malas formas. Eso está ya en manos de abogados y en unos meses se solucionará.

El 18 de septiembre empiezo en otra empresa. Ha sido todo rápido, he estado en tres procesos de selección a la vez. Esto para mi autoestima ha sido la bomba. Casi tienen que agrandar Zaragoza para que pudieramos caber mi ego y yo XD

Dicen que cuando una puerta se cierra se abre un ventanal. Y a fin de cuentas, todavía tendré que llamar a mi antiguo jefe a darle las gracias por el empujón...

Empiezan los cambios. Vamos a por todas!