Otro año que se nos escapa. Pasa el tiempo tan deprisa que ni cuenta me doy.
Ayer fue la loteria, y acabo de descubrir que no sólo sigo pobre como las ratas, si no que no me ha tocado ni un céntimo. Ni posturas, ni pedreas ni hostias. Nada. Res. Cero. Así que espero tener salud!!
Y así son las Navidades ahora: nos quejamos de que el tiempo se va, seguimos teniendo ilusión en que nos toque el gordo, seguimos pobres. Comemos como si no hubiera un mañana para quejarnos después de que hemos engordado. Echamos de menos a los que no están, y nos esforzamos en hacer ver a los pequeños de la casa que la Navidad es maravillosa.
Hoy tengo psiquiatra. No estoy peor, no hay que preocuparse. Sólo es preventivo. El estrés laboral de las últimas semanas me ha trastocado un poco. Pero las mini-vacaciones me vendrán bien
