Hoy tenía pensado no hacer nada, pero como no se estar parada, me he puesto a limpiar y organizar mi mini-biblioteca.
Me
gusta leer, y me gustan los libros. Pero tengo poco espacio, así que
hace un par de años tuve que recurrir al libro electrónico. Ahora leo
más, pero claro, no ocupan espacio en casa.
Lo
dicho, me he puesto a limpiar, quitar el polvo, revisar, organizar e
inventariar todos los libros. Me he pegado una buena paliza, pero he
tenido ayuda de excepción. Teníais que haber visto a Javi limpiando el
polvo de los libros.
Cuando
los reviso me pongo melancólica. Cada libro tiene su historia. Cómo
llegó a mis manos, si me gustó o no, si se lo regalé a Dany, o me lo
regaló él. Si es de los que le regalaba a mi hermano y luego no les hizo
caso y acabaron otra vez en mis manos... En muchos está el marca
páginas al final, en otros hay cosas subrayadas. Algunas recuerdo
haberlas subrayado y recuerdo el por qué. En otras lo subrayado no me
dice nada.
Javi
también tiene su mini-biblioteca, y le encanta "leer", y que le leas.
Mirar los dibujos, inventarse historias que sólo él entiende, porque no
hay quien le pille nada cuando arranca en su idioma-bebé. Por la noche,
antes de dormirse, le leo un poquito de Jim Botón.
Mi
sueño sería tener una habitación grande con mucha luz, y muchas
estanterías con muchos libros. Y también un par de butacas cómodas junto
a la ventana para leer ahí sentada con Dany y con Javi. Pero de momento me tendré que conformar con mis casi 250 libros, porque no hay hueco para más.