Hace un rato leía una entrevista al nutricionista Julio Basulto en la que habla de la nutrición infantil. Me ha gustado mucho, tanto que estoy pensando en imprimirla para llevársela a mi madre y que se la lea también, a ver si así deja de dar la lata con Javi y la comida.
Creo que ya he contado alguna vez que Javi es más bien pequeño. Empezó con una línea de crecimiento "normal", y a los 4 meses se estancó. Y ahí es cuando empezó el suplicio. Enfermeras y pediatras tocando las narices con revisiones de peso semanales o quincenales, amenazas de "si esta semana no ha engordado, lo mandamos a urgencias a que le hagan pruebas", análisis de sangre (innecesarios a mi parecer) a los 4 meses de la criatura, órdenes de pediatra y enfermera en las que me decían que Javi tenía que comer obligatoriamente más cantidad de comida... en fin, una odisea. Una hartura...
Javi ha sido siempre, y lo sigue siendo, un niño sano y feliz. Con una energía desbordante. Se pone pocas veces enfermo. No solemos pasar de los mocos y algo de tos. Entonces, ¿por qué me han dado tanto la brasa con el puñetero peso? qué mas dan los percentiles: lo importante es que esté bien.
Bueno, que me lío. Volviendo a la entrevista, ha habido un párrafo que al leerlo me han dado ganas de llorar de la emoción, me han dado ganas de imprimirlo en DINA5 y repartirlo a todas las personas que siguen tocando la moral con "es que no come fruta. Tendrías que obligarlo. Es que tendría que comer mas de nosequé..."
Hay niños que son reacios a probar cualquier cosa que tenga
color verde, antes incluso de probarlo, otros que no quieren ni oír
hablar de las frutas, otros tienen un rechazo absoluto al pescado... ¿es
aconsejable enmascarar el sabor de determinados alimentos para que sean
consumidos? ¿Cuál es su consejo como profesional?
Mi consejo es que los padres se coman eso que quieren que el niño se
coma y que dejen tranquilo a su hijo. Si lo enmascaran y el niño se da
cuenta (cosa que va a ocurrir tarde o temprano), el niño tardará más
tiempo todavía en consumir ese alimento.
Pues eso.
y por la otra parte, imprimiría esto otro:
Los niños, salvo si presentan enfermedades (bien diagnosticadas por
un profesional sanitario serio y competente) comen exactamente lo que
necesitan para crecer bien, si les ofrecemos alimentos saludables.
¿Puede un niño no hacer mucho peso y estar perfectamente sano? Desde
luego. Hay miles de niños que no ganan mucho peso y están absolutamente
sanos (de hecho, lo que más nos debería preocupar es los niños que ganan
mucho peso: la obesidad, una vez instaurada, tiene muy difícil vuelta
atrás).
¿Cómo saber si un niño está bien o mal alimentado? La principal pista es observarlo: si ríe, llora, salta, atiende y no está apático todo el día, buena señal.
¿Cómo saber si un niño está bien o mal alimentado? La principal pista es observarlo: si ríe, llora, salta, atiende y no está apático todo el día, buena señal.
Y no tengo nada más que añadir.
bueno, sí. Añado que aquí tenéis la entrevista entera por si queréis leerla ;)